Por Manuel Ruiz

Municipalidad de Deán Funes venció en sets corridos a Regatas de Mendoza por 25 – 20, 26 – 24 y 25 – 19. En el partido clave del cuadrangular, el conjunto del norte cordobés demostró solidez mental y eficiencia ofensiva para superar a su adversario. Mañana desde las 21.00 cuando enfrente a Tunuyán buscará sellar su pasaje a semifinales.

La siesta en Deán Funes termina tarde. Los ritmos son así. Las 18.30, horario en que empezó el primer juego del cuadrangular era muy temprano para que el estadio muestre mucha gente en las gradas. No iba a pasar. No importaba si jugaba o no el local. Entender esos ritmos hechos costumbre es clave para generar expectativas correctas. Entender que a las seis y media esta localidad se esta desperezando es clave para casi todo lo que uno dessee hacer aquí. Pero dos horas y medio después a los Curas se le había llenado la Casa. Y dos horas después era un ritual pagano. Saquemos a los Curas de aquí, para no ofenderlos, porque las colmadas tribunas del Estadio Iribarnen hervían en alegría que pueden ser de cualquier otra cosa, menos de una santísima misa.

Con paridad arrancó el primer parcial, con mucha presencia del bloqueo de los dos lados de la red, las defensas leyéndolo y rejugando, creando volúmen, que hacía que todo se defina desde la precisión individual. En el local, el catamarqueño Lucas Carrizo Molina solucionaba por zona cuatro, cada vez que Borgiani lo elegía. Supo responder ante la exigencia y sacarse de entrada la presión de haber tenido un mal juego la noche anterior, y fue clave para dejar a su equipo cerca de su rival que llegó antes al primer tiempo técnico. Deán Funes, entraría desde ahí en un pasaje marcado por la falta de efectividad ofensiva y de error en el pase. Los servicio de Regatas complicaban y eso no le permitía a Borgiani tener buenos balones para tomar decisiones. Los mendocinos lastimaban por el carril central con Tomás Parraguirre, que cada vez que pegaba conseguía mover el marcador a su favor. También llego primero al segundo técnico el visitante, que parecía tener una leve superioridad sobre el dueño de casa, especialmente por su tranquilidad en la gestación. Entonces, Regatas comenzó a pecar en el error no forzado y el equipo cordobés encontró la eficiencia en ataque. Aceito la relación entre Borgiani y Vaca Alvarez y lo dió vuelta. Se mantuvo concentrado, emprendió la remontada, no se equivocó y se lo llevo 25 a 22.

La paridad del segundo segmento se rompió luego de cruzar la barrera de lo diez puntos. Ahí fue cuando el local logró sacar una luz de ventaja de tres unidades gracias a la intervención del bloqueo. Cerrando la ofensiva desde ahí, Deán Funes pudo separarse de Regatas en lo numérico hasta entrar en la zona decisiva. Fue cuando esa luz se apagó, y la visita complico desde el servicio para recuperar lo perdido. Fueron necesarias las intervenciones de Ocampo y los servicios de Borgiani para desacomodar a la recepción mendocina, que fallo en momentos muy sensibles.

25 – 19 cerró el tercer set el conjunto local que se vio beneficiado otra vez por el incremento del error no forzado del rival, y por un no menos importante, nivel de compromiso y concentración, aspecto que lo ven´ia perjudicando durante toda la fase regular, incluso la noche anterior. Supo cerrarlo como debía, no mostró falencias desde ahí, no dudo. En el partido más importante del fin de semana, Deán Funes se presento a la cita. Ante un rival que nunca dejo de jugar. Fue el partido que todos esperabamos ver, a pesar del resultado, que a veces miente, el rival salió a jugar pero se encontró con un Deán Funes que jugo mejor. Jorge Vaca Alvarez me lo decía al final del juego. Rodrigo “roñoso” Ocampo, lo sentía así: “ No doy más. A veces estos partidos te cansan más que un 3 – 2. Sentía mucha presión antes de jugar, y ganamos un partidazo”.

Matchpoint para el local, y el estadio era una sola canción. Todos de pie esperando que la bola toque el suelo mendocino. El cambio de estadio, del Sanzano por el Iribarnen, fue difícil de digerir para la dirigencia local, creían que no sería lo mismo. No lo fue. Anoche la Casa de los Curas vibró como nunca antes en esta primera aventura de Deán Funes por la A2. Anoche la Casa de los Curas, fue una Caldera. La gente se dió cuenta en forma de canción que el equipo de la ciudad esta a un paso de las semis, y lo hizo sentir. El conjunto del norte cordobés creo un ritual en torno a na pelota de voleibol, y los adoradores, ya piensan en el viaje a Buenos Aires.

Habla el punta Lucas Carrizo Molina:

Síntesis

Estadio: Salón Iribarnen

Árbitros: Matías Andrich – Héctor Torres

Parciales: 25 – 22, 26 – 24, 25 – 19.

Municipalidad de Deán Funes: Julián Borgiani, Rodrigo Ocampo, Jorge Vaca Álvarez, Germán Figueroa (c), Andrés Ribone y Lucas Carrizo Molina. Matías Montalbán (L) (FI), Josue Montalbán, Franco Molina, Juan Petrello, Fabrizio Quintana, Gabriel Romero.

DT: Miguel Juárez, A.T.: Diego Pajón

Mendoza de Regatas: Cristian Bordón, Tomás Parraguirre, Wilhelmus Van Wijk, Mauricio Sánchez, Matías Parraguirre y Andrés Morillas (c). Franco Franchini (L).Nicolás Bono, Ricardo Rojas y Mauricio Tofi., Leonardo Aveiro,

DT: Luis Testa.

Ganó Tunuyán. EL otro conjunto mendocino, venció en un ajustado encuentro a Club de Amigos por 3 – 2. EL comentario del juego acá.